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viernes, 6 de septiembre de 2019

Sobornos ingleses a generales españoles durante la WWII


Tras la guerra civil de 1936-39, España se hallaba exhausta tanto en lo material como en lo moral. Esto, sumado a su tentadora ubicación estratégica, convirtió Madrid en un auténtico nido de espías con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Con la transición de España de país neutral a no beligerante en 1940 (consecuencia de la expansión alemana y la entrada de Italia en el conflicto), Inglaterra temió que España se alineara de facto con el Eje, y envió al embajador Samuel Hoare para asegurarse de que esto no ocurriera.

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Samuel Hoare

Hoare entró en contacto con el banquero Juan March, a quien propuso actuar de mediador en una serie de sobornos. El plan consistía en que March diera dinero inglés a militares y altos cargos franquistas para que desaconsejaran al Caudillo la entrada de España en la guerra. La excusa presentada a los corruptos fue que la guerra afectaría negativamente a grandes empresas españolas. Esta operación fue aprobada en secreto por el primer ministro inglés Winston Churchill.
Entre los sobornados se cuentan unos treinta generales, dos ministros (ejército y gobernación) y Nicolás Franco, hermano del Generalísimo.
La suma total de los sobornos se sitúa entre ciento cincuenta – mil millones de euros actuales.

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Juan March

Bibliografía recomendada
Eslava Galán, J., 2016. "Historia de España contada para escépticos." Barcelona: Planeta.
Viñas, A., 2016. "Sobornos." Barcelona: Crítica. 

viernes, 4 de enero de 2019

El origen de la guerra aérea

El 17 de noviembre de 1903 Wilbur y Orville Wright, dos hermanos de Ohio, llevaban a cabo el primer vuelo de la historia a bordo del Flyer I, un básico aeroplano de madera y tela con el motor al descubierto, en Kitty Hawk (Carolina del Norte). En 1905 ya tenían su invento patentado y listo para la venta, estando interesados Inglaterra, Francia y EEUU, aunque no se decidían a comprarlos, puesto que nadie había visto antes un avión y corría el rumor de que era todo un fraude. Los hermanos, por su parte, se negaban a enseñarlo hasta que el contrato estuviera firmado.

                                                                            
                                                                           Flyer I

En 1914 estallaba la Gran Guerra, y la aviación aún era algo muy nuevo para que se le hubieran encontrado aplicaciones directamente ofensivas. Por lo tanto, al principio el avión militar fue usado para explorar el territorio enemigo, sin entrar en combate. Esta situación no duraría mucho, ya que los oficiales acabaron por ordenar la intercepción de los aviones enemigos, dando paso a los primeros ataques entre aviones, que consistieron en lanzarle un ladrillo al enemigo desde arriba, atravesando así la débil estructura del avión, que aún estaba fabricado con madera y tela.

Otra medida ofensiva, ideada por el ruso Alexander Kazakov, consistía en un garfio unido a una soga que se empleaba para desgarrar los planos de dirección.

                                                     Kazakov en un sello conmemorativo

El primer derribo mediante un arma de fuego tuvo lugar cuando el 5 de octubre de 1914 un Voisin III francés abatió a tiros un Aviatik alemán.
Desde entonces, todos los observadores fueron armados con carabinas, y un mes después se instalaron soportes móviles para ametralladoras en todos los biplazas de observación. Había empezado la guerra aérea.


                                                                          Voisin III

En Francia, el piloto Roland Garros intentaba encontrar un método que permitiera a los pilotos de monoplazas atender al arma, ubicada en el ala superior, al mismo tiempo que dirige el avión. Para él, lo mejor sería instalar el arma enfrente del piloto, aunque esto destrozaría las hélices de madera. Con este planteamiento, resolvió brillantemente instalar en las hélices un refuerzo de acero para que las balas que choquen reboten en él, y el resto (la mayoría) pueda pasar y dar en el objetivo.
Los alemanes, reconocidos ingenieros, fueron más allá, y sincronizaron la velocidad de la hélice y la del arma para que todas las balas pasaran sin problema.


                                            Fokker E alemán con las hélices sincronizadas

martes, 1 de enero de 2019

La princesa Qajair

Tal vez hayáis leído sobre la famosa princesa Qajair de Persia, aquella que tuvo 145 pretendientes pertenecientes a la alta nobleza, de los cuales 13 se suicidaron tras ser rechazados, historia que se hizo viral en las redes sociales acompañada de varias fotos. Pero, ¿cuánto tiene de cierto esta historia?

La persona que aparece en las fotos es en realidad Anis-Al Doleh, una de las mujeres favoritas del sah de Persia Nasereddin de la dinastía Qajar.
La historia habla, sin embargo, de Zhara Khanom Tadj es-Saltaneh, princesa de Persia conocida por ser uno de los iconos más importantes del feminismo de su época, al adoptar la indumentaria occidental y fomentar a principios del siglo XX la igualdad entre hombres y mujeres, y de cuyos pretendientes no se sabe nada.
No obstante, aunque la base histórica sea incorrecta, esta leyenda urbana cumple bien su función, al mostrar cómo cambian los cánones de belleza al viajar en el espacio y el tiempo.











La tregua de Navidad

Navidad de 1914. Los soldados ingleses advierten movimientos extraños en las trincheras enemigas: los alemanes las están decorando con docenas de árboles de navidad. Sí, árboles, pequeños y decorados con farolillos. Los ingleses se quedan atónitos ante semejante acontecimiento: los pérfidos alemanes están desplegando la decoración navideña.
Un poco más tarde, se empieza a percibir un leve murmullo, que va creciendo en volumen hasta que se distingue perfectamente, si no su significado, sí su esencia: el enemigo está cantando villancicos.
Algunos ingleses se animan y empiezan a cantar los suyos, y para cuando se quieren dar cuenta descubren que han pasado toda la noche intercambiando canciones con el odiado rival. En este ambiente de cordialidad, la soldadesca se anima tanto que hombres de ambos bandos empiezan a salir desarmados hacia la tierra de nadie, esquivando cráteres, cadáveres y chatarra para encontrarse con el odiado vecino. Comparten los regalos que han recibido de su familia y amigos, se enseñan fotos de sus seres queridos e incluso disputan un partido de fútbol, bebedores de té contra fritzs.
Cuando acaban las fiestas, cada uno se vuelve a su trinchera y se establecen de nuevo los turnos de vigilia. Las noticias llegan al alto mando, que se siente altamente indignado ante esta confraternización con el enemigo, que desde su punto de vista, cómodamente instalados en lujosos palacios en tierra segura, raya la traición. Resuelven que urge tomar cartas en el asunto e impedir que bajo ningún concepto vuelva a suceder, y llevan a cabo una purga, relevando y ejecutando a todos los responsables del incidente, deshaciéndose de todas las pruebas (aunque alguna se salvó y se filtró a los medios) de que semejante cosa hubiera ocurrido y, en casos en los que hubiera riesgo de que sucediera nuevamente, ordenando la descarga de artillería sobre el campo de batalla para evitar que los soldados pudieran abandonar sus trincheras. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve un soldado que no odia a su enemigo, que quiera acabar la guerra de forma pacífica, aunque eso no aporte poder y prestigio a su amada patria?








lunes, 31 de diciembre de 2018

Bárbora Skorlova

Seguro que alguno de vosotros ha visto la película "La huérfana" (2007), pero ¿y  si os dijera que está basada en una historia real?

Bárbora Skorlova es una mujer con una enfermedad muy extraña: a sus 30 años tenía el cuerpo de una niña de 14.
La mujer-niña no gozaba de salud mental, y aprovechó esta enfermedad para que una mujer checa con dos hijos la adoptara. Una vez formó parte de la familia encerró a los niños en jaulas en el sótano y se comió a uno. El otro logró escapar y avisar a las autoridades.
Bárbora culpó a la madre e interpretó el papel de víctima con una credibilidad sobrecogedora. Una vez libre de sospechas se fue del país, engordó, se cortó el pelo, vistió como un niño, se cambió el nombre y siguió cometiendo canibalismo, pero su inteligencia era demasiada para su edad y alertó a las autoridades, que la identificaron.
Permaneció en prisión durante cinco años, y a día de hoy se desconoce su paradero. Bárbora podría ser cualquier persona de tu entorno: tu sobrina adoptada, el mejor amigo de tu hijo, la novia de tu nieto, tu nuevo hermano...













El testículo de Hitler

Corre por ahí el rumor de que el dictador Adolf Hitler solo tenía un testículo. Pues bien, hoy os traigo la respuesta:

La leyenda original consiste en que durante la Gran Guerra Hitler perdió el testículo derecho por el impacto de una granada, y su médico personal, Theodor Morell, se encargaba de inyectarle esperma animal en el testículo restante para que siguiera siendo fértil. Esto es cierto a medias.
El 12 de noviembre de 1923, estando el führer en prisión por su fallido golpe de Estado, fue sometido a un exámen médico tras el que se constató que "el preso número 45 se encuentra en óptimo estado de salud y padece criptorquidia del lado derecho"; es decir, de sus dos testículos solo uno había bajado al escroto.
Hitler no se enorgullecía de esto, y decidió ocultar el acta mencionada, que no salió a la luz hasta el año 2010 cuando las autoridades incautaron de una casa de subastas unos 500 documentos relacionados con la estancia de Hitler en la prisión de Landsberg.