Corre por ahí el rumor de que el dictador Adolf Hitler solo tenía un testículo. Pues bien, hoy os traigo la respuesta:
La leyenda original consiste en que durante la Gran Guerra Hitler perdió el testículo derecho por el impacto de una granada, y su médico personal, Theodor Morell, se encargaba de inyectarle esperma animal en el testículo restante para que siguiera siendo fértil. Esto es cierto a medias.
El 12 de noviembre de 1923, estando el führer en prisión por su fallido golpe de Estado, fue sometido a un exámen médico tras el que se constató que "el preso número 45 se encuentra en óptimo estado de salud y padece criptorquidia del lado derecho"; es decir, de sus dos testículos solo uno había bajado al escroto.
Hitler no se enorgullecía de esto, y decidió ocultar el acta mencionada, que no salió a la luz hasta el año 2010 cuando las autoridades incautaron de una casa de subastas unos 500 documentos relacionados con la estancia de Hitler en la prisión de Landsberg.
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