Diseñado por Filippo Brunelleschi tras recibir el encargo en 1419 y abierto en 1445, el Hospicio de los Inocentes (Ospedagle degli Innocenti) fue el primer orfanato para bebés abandonados de Europa.
Fue construido y dirigido por el "Arte della Seta" o gremio de la seda de Florencia, que era uno de los más ricos de la ciudad y, al igual que la mayor parte de las cofradías, asumía obligaciones filantrópicas.
Planta del hospicio
La gente solía abandonar a los niños en un pilón situado en la parte delantera, aunque más adelante se facilitaron las cosas mediante una rueda giratoria horizontal con la que se podía meter a los bebés en el edificio sin que nadie viera a los padres.
Algunos padres obraban así no por falta de cariño hacia sus hijos, sino porque querían ganar dinero con ellos. Más de una madre abandonaba a su bebé para que el hospicio la contratara como nodriza, de modo que acababan pagándole por amamantar a su propio hijo.
Encima de cada columna hay un tondo cerámico. Se pretendió originariamente por Brunelleschi que fueran concavidades vacías, pero hacia el año 1490, encargaron a Andrea della Robbia que las rellenase. El diseño representa a niños en pañales sobre fondo azul, indicativo del torno donde podían dejarse los niños. Quedan algunos de los tondi originales, otros son copias del siglo XIX. Uno de estos tondi inspiró la insignia de la Academia Americana de Pediatría.
Dos de los tondi
El personal del hospicio enseñaba profesiones diversas a los chicos, mientras que las niñas solían recibir formación para convertirse en monjas o esposas.
El hospital fue cerrado en 1875, y a día de hoy aloja un museo de arte renacentista.
Patio del hospicio
Patio del hospicio
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